Hoy he sido capaz de ponerme un vestido y sin drogas ni alcohol de por medio, a pesar de que algo raro veía en el espejo que no lograba focalizar, me he ido a trabajar con él al revés.
A pesar de lograr tan maravillosa hazaña - en la que por cierto no he reparado hasta mediodía, ya con la cabeza más despierta - nadie me ha regalado nada.
Me extraña mucho esto.
Así que igual mañana me tengo que regalar algo.
Se me agolpan las ideas en la cabeza.
Una fácil y barata, estas bailarinas tan monas de Asos:
Ya que peco, que después de lo de Londres me he puesto a un régimen de compras híperestricto, que sea poquito.
Todo sea porque se cumplan los dichos.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment