29.3.07

Inspiración

La inspiración nace, la inspiración muere, va y viene, se transforma y se comporta como quiere. Cuando viene, bienvenida sea. Cuando no está, no hay nada que hacer. Ya lo decía Picasso: “que la inspiración me pille trabajando”. Pues sí, porque luego a uno se le olvidan las cosas. O después ya no tienen tanta autenticidad. O no les damos el mismo valor. Incluso por la noche una idea nefasta puede parecernos absolutamente genial sin ningún tipo de ayuda artificial. ¿Segregaremos algo extraño por las noches? ¿Es la luna que nos afecta? ¿O serán las estrellas? Nunca sé si creer en estas cosas. Es verdad que hay días (con sus noches) y días (con sus noches) y que las noches de luna llena suelen ser más especiales, pero todo lo que se escapa del entendimiento me parece difícil de asimilar. Ayer un osteópata me dijo que en el pie teníamos representadas todas las partes de nuestro cuerpo. Yo le respondí: “Eso dicen” y él respondió: “Así es”. A lo mejor es que la luna se está escondiendo hoy y por eso no me influye positivamente. O a lo mejor es que ayer el osteópata me exprimió la inspiración de mi cerebro residente en mi dedo del pie dolorido y me la ha dejado seca. Sr. Osteópata, devuélvame la inspiración. Sra. Luna, no me abandone usted que me pongo triste.

27.3.07

La amiga de mi amiga


La semana que viene a estas alturas estaré durmiendo en Tarifa. Ni voy a tomar el sol (porque ni me gusta ni puedo – por el tipo de piel que tengo -) ni voy a hacer kite-surfing ni wind-surfing pero seguro que me lo voy a pasar fenomenal riendo, bailando, saliendo, descansando, hablando y paseando. Allí iré a ver a una amiga de una amiga que vive en Caños. Mi amiga me ha contado que su amiga ahora vive en autobús. Siempre ha sido una mujer muy diferente que hace lo que nadie hace. Estoy segura de que mis amigos se enamorarían de ella si no fuera porque ella vive con su novio en el autobús. Conociéndola tendrá un autobús con mucho encanto y seguro que irá descalza por la calle y cosas así que la gente normal considera de hippy. El autobús me parecerá ideal y no querré que lo venda para irse a Ibiza o querré comprárselo yo y cierta persona me mirará aterrada pensando que para qué queremos un autobús tirado en un pueblo del Sur. Yo insistiré pero mi idea no fructificará y el día en el que habremos hablado del autobús me iré a la cama pensando en los pequeños cambios que le habría hecho y las vacaciones tan estupendas que podríamos vivir allí si no fuera yo una incomprendida.

Pero a lo mejor veo el autobús y simplemente pienso que qué guay la amiga de mi amiga que hace cosas tan originales y hace lo que le viene en gana y lo que se le pasa por la cabeza pero que eso no vale para mí porque el autobús es gracioso pero nada cómodo y práctico y que yo soy mucho más feliz en mi piso alquilado de Madrid de gente normal y corriente ya que en realidad también hago lo que quiero pero de otra forma más práctica y cómoda y por eso puede no parecer que hago lo que quiero.

26.3.07

La mentira


Los mentirosos además de mentirosos suelen ser un poco tontos. Para empezar porque se creen que los demás somos tan tontos de creernos sus mentiras. Los mentirosos suelen exagerar mucho y se suelen inventar historias excesivamente rocambolescas e increíbles. Normalmente los que tenemos que aguantar que nos cuenten estas historias no solemos decirles que sabemos que nos están contando una mentira por educación. ¿Qué pasaría si de repente todos los que rodean a un mentiroso empezaran a decirles “hombre, fulanito (u hombre pepita), deja de contarme ese rollo que sé que es bola”? Pues que por fin se darían cuenta de que el resto de la humanidad no es tonta y dejarían de hacer el ridículo. Porque cada vez que cuentan una mentira y se dan la vuelta las personas que han tenido que escucharles suelen comentar y reírse de la persona y de la mentira.

Para continuar porque se creen infalibles y no se dan cuenta de que cometen errores y en algún momento, antes o después, se acaban equivocando y se delatan. Es curioso pero parece ser que las mentiras son muy difíciles de recordar. Cuando cuentas una mentira lo mejor es contar la menor cantidad de detalles posibles porque lo más probable es que si tienes que repetir la mentira cometas algún error.

Y para terminar porque no se dan cuenta de que el resto del mundo no les cree. Aunque las personas no-mentirosas no digan nada, es muy fácil deducir cuando saben que les están mintiendo ya que la cara que ponen al escuchar la bola suele ser de consternación o de circunstancia. Y, sin embargo, a pesar de la obviedad que se puede ver en el rostro de la persona de enfrente los mentirosos no son capaces de verlo y se ven siempre muy satisfechos a casa convencidos de lo bien que mienten y lo poco que se entera la gente.

Y de lo que no se dan cuenta es que la gente al darse cuenta de que los mentirosos son lo que son, no se creen ya casi ninguna historia de las que cuentan, aunque sean verdad. Porque los demás ya no tienen manera de distinguir la verdad de la mentira. Y todo el mundo siempre tiene historias que parecen increíbles para contar. Pero la gente sólo las creerá si uno dice la verdad el resto del tiempo. Y los mentirosos, pobrecitos, viven en la inopia sin saber que nadie les cree y que todo el mundo se ríe.

23.3.07

Cosas fundamentales


¿Se puede odiar la mermelada durante años y de repente probar una y no querer dejar de probarla? Se puede. Y la afortunada que acabó en mi paladar era la de frambuesa de “La vieja fábrica” (la del anuncio de “se ve la fruta en la mermelada, no en la foto”) y está que te mueres de buena. La recomiendo fervientemente.

También recomiendo la crema de cuerpo de Nivea reafirmante (la del tarro blanco con la tapa azul). Es absolutamente genial. En todos los aspectos. Deja la piel tersa, suave y firme. Y no te la deja grasienta.

Otra cosa fundamental en mi existencia es el mujol, el del tarro negro y la etiqueta marrón. Si además tenemos salmón ahumado, unos spaguettis, nata, un poco de vino y algo de cebolla podemos hacer un plato genial en diez minutos.

Creo que no podría vivir sin Zara y H&M. Tengo que reconocer que sin Mango podría, pero sin Zara y H&M mi vida no sería la misma. Todavía recuerdo aquella pre-adolescencia en la que lo máximo a lo que podías aspirar era Cacharel o Don Algodón. Menos mal que los Sres. Ortega, Hennes y Mauritz nacieron y crecieron. Por cierto, tengo un par de amigas que insisten en no fiarse de mí y siguen no comprando las cosas en Zara y H&M a la primera para así pensárselo un par de días. MAL. Luego nunca queda cuando por fin vuelven a por la prenda en cuestión. Yo se lo aviso siempre pero no me hacen caso. Claro que luego vienen los llantos y los lamentos.

Los donuts bombón seguro que fueron inventados por alguien muy, muy listo que sabía que era imposible rechazarlos. Desde que los probé por primera vez por mi aparato digestivo no ha vuelto a pasar un fondant. Alguna vez me he llegado a comer cuatro seguidos. Es como comer cordero, nunca me harto. Puedo estar horas y horas y más horas despellejando un corderito (siempre junto a una ensalada de lechuga, tomate y cebolla, por supuesto). Por eso, cada vez que recuerdo aquella cena de navidad en la que el cordero que me tocó había pasado hambre prácticamente desde el vientre materno me sigo poniendo triste.

En mi armario es fundamental que todas las perchas estén mirando hacia dentro. Los zapatos pueden estar pisándose unos a otros y revueltos y desordenados pero las perchas tienen que estar todas en su sitio. Supongo que se deberá a algún tipo de trauma infantil del que no logro acordarme.

22.3.07

Una moto y un e-mail


Antesdeayer vi a una pobre mujer con su novio en moto, que como mi amiga, llevaba lo que habían comprado como podía. El problema es que no eran paquetes ni nada de mediano tamaño sino una enorme y voluminosa caja que contenía un ibook (debía ser el más grande disponible en tiendas). La llevaba como podía agarrada entre sus dos manos, alargando los brazos como podía, y colocada entre ella y el conductor. Os aseguro que era peligroso e inestable. Espero que los tres llegaran sanos y salvos a su destino, pero sobre todo él y ella.
---------------------------------------------------------------
E-MAIL de A hacia MOI: “Te mando el contrato de mantenimiento.”

E-MAIL de MOI hacia A con copia a B: “Están mal. Me tienes que separar los dos conceptos y uno de ellos es escaso. Por favor, mándaselo directamente a B porque lo lleva él.”

E-MAIL de A hacia MOI: “Te mando los dos contratos por separado. Te lo mando a ti porque no tengo el e-mail de B.”

¿NO TIENES EL E-MAIL DE B? ¿HAS MIRADO BIEN EL E-MAIL QUE MOI TE MANDÓ? DE TODAS FORMAS, ¿TAN DIFICIL SERÍA LLAMAR Y PREGUNTAR POR EL E-MAIL / FAX DE B?

21.3.07

Conducir, bailar, aparearse.


Según un amigo que tuve una vez, aparearse, conducir y bailar son tres cosas que requieren cadencia y ritmo y que, por tanto, una persona las hará o todas bien o todas mal. El razonamiento tiene sentido ya que es cierto que para hacer esas tres cosas bien hace falta, además de lo ya mencionado, ser (o estar, que no es lo mismo pero vale igual una cosa que la otra) desinhibido y arriesgarse. Es decir, uno no puede conducir bien si no está lanzado al estrellato, dispuesto a colarse entre los coches, a acelerar con ganas y frenar sólo lo necesario, sin miedo al de delante ni a los de los lados. Uno tiene que estar convencido que la música la pone uno mismo y que el resto sonará de acuerdo a los movimientos de uno. Sólo así la conducción será especial y diferente, además de coordinada y rítmica.

Con el baile pasa lo mismo, uno no puede bailar bien sino es estando completamente desinhibido y convencido de que lo que se hace se hace genial (aparte también hay que hacerlo genial – no vale sólo con creérselo). Las poses tienen que ser las adecuadas, sobre todo para el sitio para el que se esté, no se puede estar demasiado excesivo ni demasiado recatado, tampoco es adecuado molestar a nadie con los movimientos de uno pero no debe parecer que estamos pendientes de todo menos de nosotros mismos. Debemos estar en trance, en consonancia con la música, con la gente, con el DJ, con nuestro cuerpo y con cada miligramo de sangre que corra por nuestras venas. Sólo así el resto del mundo mirará y apreciará.

Y por último viene el tema del sexo, el más complicado de todos ya que nuestro sentido del ridículo se suele acentuar mucho estando desnudos, mostrando todo aquello que nunca se ve y, sobre todo, dónde las caras y cualquier movimiento que podemos considerar maravilloso en un momento dado, al de enfrente le resultará igual de fabuloso sólo si está en plena consonancia con nuestra sexualidad. De nuevo el ritmo, la cadencia, el hacerlo bien, el saber que lo hacemos bien, el estar seguros de nosotros mismos, el que todo nuestro cuerpo se mueva rítmicamente hacia el mismo sitio y por el mismo camino son los elementos que harán que todo vaya como tiene que ir y que todo termine como tiene que terminar, con dos grandes suspiros y ganas de beber litros de agua.

20.3.07

Unas gafas


Un hombre rubio iba con su moto tranquilamente por Madrid. Le sobraba tiempo antes de comer así que decidió parar en el banco para hacer un ingreso. Se bajó de la moto, se quitó las gafas, el casco, se volvió a poner las gafas y fue a la puerta del banco. Estaba ya cerrado. Volvió a la moto, dejó las gafas en el sillín, se puso el casco y fue a coger las gafas - ¿las gafas? – ya no estaban. Sorprendido, miró bien el sillín, lo palpó, comprobó que no había nada encima de éste, miró al suelo, se preguntó qué podía haber pasado, al notar el viento en la nuca supuso que el viento se las habría llevado mientras él se ponía el casco. Se lo volvió a quitar y empezó a escudriñar el suelo. Pensó que como tenía bastante miopía y las gafas eran casi transparentes, las podría tener delante de las narices y no verlas. Así que paró a un viandante y le pidió que le ayudara a buscar las gafas que no encontraba. El viandante le miraba extrañado y después miraba a su alrededor en busca de una cámara oculta. La explicación de que habían volado mientras él se ponía el casco no convenció mucho al viandante pero aún así le ayudó a buscar. Pero las gafas no estaban por ningún lado. El hombre rubio pensó que el viandante no debía ser muy avispado y decidió parar a otro. Otra vez la explicación, las caras de incredulidad, las miradas de sospecha a su alrededor. Tampoco las encontró. Repitió la operación tres veces más sin ningún éxito. Abatido, pensando en lo que le habían costado las gafas y el poco tiempo que le habían durado, decidió volver a casa en taxi para comer y coger las gafas de repuesto. Una vez saciado y con sus otras gafas como arma, volvió a la escena del crimen perpetrado por el viento para ver si encontraba el tan volátil objeto. Pero no las encontró. O el viento se las había llevado lejos, muy lejos, o algún aprovechado decidió que podía sacarles algún partido. Los buenos samaritanos que le habían ayudado sí habían buscado bien y él, resignado, tuvo que aceptar la victoria del viento.

19.3.07

La pretenciosidad


Me atrae mucho la gente que se cree mucho más de lo que es. Hay pocos y sobre todo son mujeres, pero cuando me los/las encuentro no puedo dejar de mirar. Me encanta oír las tonterías que dicen, creyéndose que dicen una gran verdad que han tardado horas en meditar o que le escucharon a aquél tío que parecía intelectual decirle a algún amigo por el móvil. Me parece curiosísimo cómo se llegan a creer su papel de seres interesantes y pensantes que creen que el mundo está equivocado y que ellos/ellas tienen la llave del conocimiento. No suelo decirles nada, me parece terrible ponerles un espejo delante, aún cuando sean, que siempre lo son, pretenciosos/as, snobs y patéticos/as. Y embobada me quedo mirando y asombrándome de lo grande que puede ser la ignorancia humana.

Creo firmemente que el camino hacia la felicidad y la tranquilidad pasa por la aceptación de uno mismo y por asumir que en todo, absolutamente en todo, siempre va a haber alguien mejor que tú y alguien peor que tú. De los que te rodean mejores que tú hay que aprovechar para aprender y sacar el máximo provecho. Sobre los peores, nunca hay que juzgarlos ni pensar mal de ellos ya que entonces moralmente estaríamos justificando que aquél del que aprendemos nos juzgue y piense mal de nosotros.

Aquellos que se creen mejores de lo que son, generalmente se creen mejores en temas que les quedan tan grandes que en una discusión dialéctica sobre su incompetencia en tal o cual materia, se les podría aplastar como a una mosca borracha un elefante. Lo más gracioso es que sus neuronas suelen ser tan escasas que ni siquiera se dan cuanta de que yacen en el ring insconcientes y derrotados. O incluso en ocasiones, aunque sean ligeramente conscientes, creen que desviando la atención hacia otro tema nadie se dará cuenta.

16.3.07

Los apellidos y la existencia


Nos gusta creer que somos lo que somos por nosotros mismos y que llegaremos tan lejos como nos lo propongamos pero lo cierto es que nuestro destino está en gran parte marcado por la familia en la que nacemos, por los padres que tenemos. En gran medida repetimos los comportamientos y actitudes de nuestros padres de forma inconsciente e irremediable. Hay que ser o muy inteligente o tener una sensibilidad muy especial para lograr escapar de los defectos y malos hábitos familiares y sólo tomar lo bueno de los que nos engendraron. Y la culpa no la tienen nuestros padres de cómo somos porque ellos casi siempre son igual de víctimas de sus propios padres. La culpa es de la evolución y de la humanidad en general, incapaz de superar los defectos de sus ancestros. Claro que si tuviésemos esa capacidad de superación, la humanidad hace ya tiempo que hubiera dejado de ser imperfecta para ser completamente ideal y aburrida.

Pero a veces el haber nacido en una determinada familia y llevar un apellido sí que te da la posibilidad de hacer lo que quieras hacer sin ningún tipo de limitación. Ahí tenemos a Bimba Bosé que sin ser guapa, sin tener buen tipo y, sobre todo, teniendo un cuello digno del peso más pesado de los pesos pesados, ha conseguido ser modelo. Otro claro ejemplo es Stella Mc Cartney que consiguió ser diseñadora de una gran marca francesa como Chloé nada más terminar la carrera. Si la firma que lleva su propio nombre se sigue manteniendo será porque vende y aunque no tenga el talento de muchos de sus coetáneos, la culpa del triunfo laboral simplemente por llevar un apellido no es suya, sino de la gente que compra lo que diseña simplemente porque es una Mc Cartney.

La vida siempre estará llena de "hijos de". Algunos valdrán y otros no, tampoco se puede generalizar, pero con lo especialitas y raras que empiezan a ser las celebrities ahora (y cada vez són más raras - parece que hay una competición entre ellas) no quiero imaginarme cómo serán sus niños cuando crezcan. ¿Os podéis imaginar el lío que pueden montar Romeo y Cruz beckham con Suri Cruise cuando tengan quince años? ¿Y los hijos de Madonna con nuestra Infanta Leonor en una fiesta del hijo de Alejandro Sanz y la "estilista" de Miami? - por cierto, que fea Leonor en la última portada del HOLA -.

15.3.07

Y risas


Tengo dos amigas que llevan siendo amigas desde que tienen memoria. Y cuando salieron las pletinas que permitían escuchar los dos lados de la cinta sin darle la vuelta miraban atentamente el momento en que empezaba a sonar la otra cara para conseguir ver como giraba tan rápidamente que se escapaba a la percepción de sus ojos.



-------------------------------------------------------------------------



Tengo otra amiga que de pequeña le gustaba llevar la coleta tan, tan tirante, que se pasaba el día con dolor de cabeza. Tan niña y ya tan presumida. Su madre tuvo que ignorar sus peticiones de coleta perfecta cuando vio la cantidad de pelo que se le caía a la niña con tanta tirantez.


-------------------------------------------------------------------------



Tengo un amigo que de niño acertó todos los resultados de una quiniela. Sus padres dieron una fiesta por todo lo alto. El día en que fueron a cobrar el premio con el boleto y el director de la sucursal del banco, el responsable tuvo que advertir a su madre de que estaba falsificado.


-------------------------------------------------------------------------



Tengo una amiga cuyo segundo nombre essssss, esssssssssssss……., essssssssssssss…….., ¿me matará si lo digo? Es posible. Pero ella sabe que no lo diré, que su secreto está a salvo conmigo. Por supuesto siempre y cuando mis secretos estén a salvo con ella…


-------------------------------------------------------------------------



Tengo un amigo que una vez se puso miel (o nocilla, no estoy segura) en los pies para que su perro se los lamiera. Obviamente de motu propio el perro pasaba millas de rondar por esos lares. Pobrecito. Habría que detener a ese bribón por atentar contra el orden público.


-------------------------------------------------------------------------



Y finalmente, para redondear este tema sobre amigos y amigas, tengo que decir que hay muchas cosas que me hubiera gustado contar, aún a riesgo de que mis amigos me hubieran dejado de hablar, sólo para el deleite de aquellos que leen esto. Perooooo – no me ha quedado más remedio que cortarme.

13.3.07

Risas


Me encanta explotar las pompas del papel de burbujas. Tengo que reconocer que como utilidad es mucho mejor la de proteger objetos que vayan a ser transportados pero creo que al inventor de semejante genialidad habría que agradecerle sobre todo la diversión que genera. En mi empresa hay un rollo gigante de papel de burbujas en el cuarto del papel, las carpetas y los archivadores. Cada vez que tengo que pasar por allí me dan ganas de encerrarme bajo llave y dedicarme a acabar una por una con todas las burbujas de aire retenidas entre las dos capas de plástico. Pero como soy adulta sé que tengo que conformarme con dar un pequeño pellizquito, escuchar como se escapan cuatro o cinco burbujitas y rápidamente volverme a mi despacho con aquello que haya ido a buscar.

-------------------------------------------------------------------------

Tengo una amiga a la que siempre le han encantado los bolis. Cuando iba al colegio su frontal del peto del uniforme iba siempre cubierto de todo tipo de portaminas, pilots y bolígrafos especiales. No le gustaba prestárselos a nadie. Sólo si eras muy amiga suya e insistías lo suficiente te lo dejaba un rato, siempre poniendo mala cara y vigilando para que no se lo estropeases. También le gustaba jugar con el típex y hacer todo tipo de experimentos de secado con diversas capas y montañas. Con las gomas de borrar conseguía hacer virguerías que sería incapaz de reproducir aquí. Aplicaba procesos demasiado intrincados como para describirlos sólo con palabras.

-------------------------------------------------------------------------

Tengo otra amiga cuyo móvil era inescrutable hace un par de años. Estaba lleno de pegatinas, cachivaches que se encendían y apagaban cuando sonaba el móvil y una ristra de animalillos y muñequitos colgando de una de sus esquinas. Nunca intenté llamar desde su móvil pero estoy segura de que si lo hubiera hecho un animalillo se me hubiera metido por la oreja y una de sus luces me habría quemado la nariz. No podía ser un artefacto inocuo. Yo creo que por eso ella acabó simplificando el tema. Ahora sólo sobrevive un animalillo-muñequito. Como mucho conviven dos colgando de la esquina a la vez.

(mañana más)

12.3.07

En autobús o en metro


En Madrid los niños bien orgullosos de serlo se mueven por la ciudad en autobús. Piensan que el ir en transporte público por encima de la superficie les hace ser más dignos. Los niños bien a los que les da igual serlo y todos los demás van en autobús o en metro dependiendo de lo que les venga mejor y sea más rápido. No piensan que el autobús dignifica y creen que lo importante es ser práctico, que las modas y el quedar bien son chorradas en las que sólo piensan los niños con camisa de caballito y náuticos.

Los que van en metro casi siempre van parados en las escaleras mecánicas. No les interesa el concepto de hacer un mínimo de ejercicio, aunque les sobren kilos. Es mucho mejor acomodarse en la barandilla y dejar que la pared se vaya moviendo, lentamente. Una vez vi a unos niñatos de doce años disfrazados de negros del bronx paralizando una escalera mecánica entera, de esas muy, muy largas. Yo fui la única, veinte escalones más abajo, que intentó reclamar su derecho a subir ejercitando sus nalgas, pero el resto de la gente calló y los niñatos hicieron como si no hubieran oído nada.

Los que van en autobús normalmente van en grupitos de dos o tres. Ellas suelen reírse mucho y hablan con el típico tono de “yo lo sé todo” de todo lo que les pasa y de todos a los que conocen. Incluso si van a un colegio bilingüe, la mitad de la conversación tiene lugar en inglés (nunca las he visto de un colegio bilingüe francés). Demuestran a todo el autobús su, hay que reconocerlo, perfecto inglés, ya que siguen hablando de las mismas tonterías que antes, no de secretos. Los que van en metro suelen ser más ruidosos y sobre todo ellas, piensan que su conversación les interesa a todo el vagón, aunque sea uno de esos kilométricamente largos en los que hay que gritar para que te oigan todos. Es impresionante la capacidad humana de creerse interesante a los ojos de los demás.

9.3.07

El día de la mujer


Ayer fue el día de la mujer. Me pasé todo el día sin saber que era el día internacional de la mujer. No es que sea más importante que otros días, todos los días son importantes para luchar contra la discriminación de la mujer. Lo importante es sobre todo acabar en primer lugar con el sometimiento de la mujer al hombre en aquellas partes del mundo dónde todavía ocurre. Pero esto no existe sólo en los países subdesarrollados o primitivos, sino también en los países avanzados, como por ejemplo en España. Conozco mujeres, aunque afortunadamente no muchas, que someten todos sus pensamientos y sus acciones a la voluntad de sus maridos o parejas. Es cierto que estas mujeres lo hacen voluntariamente mientras que la mayoría de los países subdesarrollados directamente no tienen otra opción, viven obligadas, en una prisión social. En los países desarrollados también están las que aún siendo mujeres perpetúan la discriminación abiertamente sin ni siquiera sentir un atisbo de culpabilidad. Así, siendo madres y empresarias y tan tranquilamente, se dedican a ir dando bofetadas de desigualdad a las mujeres que trabajan para ellas.

Hace muy poco una amiga se dio cuenta de lo mucho que le tiene que agradecer a su padre el haber recibido una educación totalmente ausente de comentarios sexistas y estúpidos. Yendo en el coche conducido por su marido una mujer hizo una maniobra peligrosa delante de él y por supuesto el típico comentario machista tuvo que salir de su boca “mujer tenía que ser”. Ella, embarazada, por primera vez fue consciente del significado de esas palabras que siempre había oído a sus amigos, nunca dentro de su círculo familiar, y muy enfadada le contestó a su marido que no quería, bajo ningún concepto, escuchar semejante comentario machista delante de su hijo/a. Él se quedó sorprendido, era una frase que había dicho mil veces sin consecuencias delante de un montón de gente y nunca había pasado nada. Y de repente ahora era una frase horrible. Sí, es horrible porque perpetúa una actitud machista hacia la mujer. Si incluso somos capaces de admitir en un momento dado (eso sí, después de una larga discusión) que es posible que la media de mujeres conductoras conduzca un poco peor que la media de hombres conductores por una simple cuestión de despiste. Pero generalizar y presuponer que una mujer es inferior a un hombre en algo que no sea la simple fuerza física es patético e innecesario y una falta de respeto.

8.3.07

Papel higiénico


“Más de un millón de hogares españoles no compra papel higiénico, según un estudio elaborado por Renova sobre el uso de esta clase de papel”. Esta curiosa frase era el comienzo de un artículo del maravilloso periódico QUÉ! cuyo titular rezaba que sólo los levantinos compraban menos papel higiénico que los madrileños (ayer, 7 de marzo de 2006). ¿Cómo que un millón de hogares españoles no compra papel higiénico? ¿Y entonces con qué se limpian después de hacer caca? ¿Con la mano? ¿Con un trapo que luego lavan? ¿Con la escobilla del baño? Me parece irreal. Hacer tus cosas y tener que pasar por el bidé, tener que tocar con tu propia mano los restos del temita en cuestión, que huele fatal... ¿Y cuándo tienes diarrea? ¿También con un trapo? ¿O simplemente con un chorro de agua a presión? Y no sólo eso, sino enseñarles a tus hijos, si los tienes, a hacer lo mismo. ¿Porque uno por qué no compra papel higiénico? ¿Porque a eso les han enseñado desde pequeños o porque uno decide ahorrar? Sé que hay miles de amas de casa que hacen auténticos equilibrios para llegar a fin de mes y que le tienen que echar mucha imaginación a la cesta de la compra para poder dar de comer decentemente a toda su familia hasta final de mes, ¿pero no tener para papel higiénico? Se me escapa esta noticia. Hasta el hogar más humilde debería poder comprar papel higiénico, ¿no? ¿Es tan caro? En www.carrefour.es el de promoción de treinta rollos cuesta 13,35 €. No me parece que sea prohibitivo para casi ningún sueldo. Para dos personas treinta rollos dura casi tres meses. Y para el caso de que haya familias que no puedan permitírselo, debería ser obligación del estado repartir papel higiénico en los comedores sociales. O que los regalaran los asistentes sociales. O que las fundaciones los regalaran. Incluso que hubiera una “Fundación Para Que Todo El Mundo Pueda Tener Papel Higiénico”. Y no lo digo en broma.

6.3.07

La educación


Ciertas hormonas son las hormonas de la verdad y mientras en otros momentos callamos o pasamos de un tema por no querer discutir ni imponernos -ya que eso no es bonito- hay días en los que la verdad brota sin control por todos los poros de nuestro cuerpo. Y en esos días en vez de decir: “bueno, no te creas que tiene que ser así forzosamente” o “puede que estés equivocada, no conoces la otra versión” una acaba diciendo “a mí esa moto no me la vendes que sé de qué va el tema”. Y según sale esa frase por tu boca, te gustaría tapártela y que volvieran todas las letras a tu estómago, aún sabiendo que es verdad y que tienes toda la razón, porque queda muy feo aunque la otra persona te haya hablado de la misma manera.

Y entonces llegamos al mismo punto ético-moral de siempre: ¿hay que ser tolerantes con los intolerantes?, ¿hay que ser educados con los maleducados? Yo intento ser educada y tolerante pero hay veces que no te queda más remedio que no serlo porque si no se generan situaciones absurdas, incluso injustas, sobre todo en el tema de la intolerancia. Más complicado es qué hacer con los maleducados ya que si son personas de tu entorno habitual y no les paras los pies, continúan con su mala educación. Por ejemplo, ¿qué decirle a una persona que viste mal y opina sin haber sido preguntado sobre lo fea que le parece tu camiseta de última tendencia que tanto ella como todos sus amiguitos llevarán uno o dos años más tarde? Obviamente no le puedes decir: “perdona, guapa, pero no tienes ni idea de moda así que mejor cállate que yo voy mucho más mona que tú” o “no me importa tu opinión. La próxima vez que tengas una sobre mí puedes quedártela para ti misma” o “pues a mí tampoco me gusta esa camiseta que llevas, ni los zapatos, ni como los combinas con esa falda. Y ya que nos ponemos, podrías depilarte un poco las cejas”. Porque si les dices una simple frase educada como “pues a mí me gusta” a este tipo de gente te insisten “pues es que no te queda bien…”. Como diría Puga: “Grrrrrrrrrrrrrrrrrrr”.

4.3.07

Artículo en EL PAIS


Artículo de EL PAIS publicado el Miércoles 28 de febrero de 2007

La UE aprecia riesgo de que aumente la brecha entre salarios y beneficios

Andrey Missé, Bruselas

Por primera vez desde 1999 se han cambiado las tornas. Los riesgos para la economía europea ya no están en el crecimiento de los salarios, sino en el aumento exponencial de los beneficios empresariales junto a la moderación salarial. Los ministros de Economía de la Unión Europea expresaron ayer su preocupación por las consecuencias de la “desigual distribución de la riqueza”, que se está generando debido al aumento exponencial de los beneficios empresariales al mismo tiempo que se mantiene la moderación salarial. En su opinión, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores “puede afectar negativamente a la demanda”.

El ministro de Finanzas de Alemania, Peer Steibbrück, y el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, coincidieron en la necesidad de mejorar la “distribución de los frutos de la recuperación económica”. Steiinbrück calificó de “desigual” y Almunia de “desigual e injusta” la actual distribución de la renta entre beneficios y salarios. Ambos advirtieron, no obstante, que no correspondía al Consejo de Ministros proponer soluciones concretas, aunque en los debates se barajaron varias posibilidades para corregir la situación, como “la participación de los trabajadores en beneficios de las empresas”.

Almunia, que fue quien introdujo el debate en la reunión del día anterior del Eurogrupo, precisó que “la parte de los salarios en la renta nacional era la más baja desde hacía muchos años”. El comisario explicó que la economía europea estaba “viviendo un momento de crecimiento, con empresas con beneficios muy importantes, pero la distribución entre salarios y beneficios en la renta nacional no está beneficiando a los salarios, sino a las rentas no salariales”. “Muchos analistas”, añadió, han señalado que esta situación no es sostenible. Si el crecimiento económico va a seguir hay que pensar en qué mecanismos son capaces de distribuir mejor los frutos del crecimiento, porque no se puede pensar que la situación vaya a ser sostenible si beneficia siempre a los mismos, que son pocos, y no beneficia a la mayoría”.

En parecidos términos se expresó el ministro de Finanzas alemán, quien recordó que durante años “en los asalariados y las capas medias se han producido unas pérdidas netas de salarios, mientras que hemos vivido una explosión de los beneficios de las empresas”, Si esta situación continúa “llegaremos a una crisis de legitimidad del modelo de la economía social de mercado europea”.

Almunia explicó que el debate “se abre porque así como en los primeros años de la Unión Monetaria, desde 1999, los salarios en Alemania han evolucionado año tras año por debajo de la productividad, este año parece que los sindicatos alemanes ponen más presión en conseguir mejoras salariales”.

--------------------------------------------------

Pues sí, es una tomadura de pelo. Además, entre el precio de la vivienda y el precio de la vida en general, cada vez podemos consumir menos. Como sigamos así, el consumo se estancará y las empresas dejarán de ganar tanto dinero. Ford fue muy listo y estableció un salario mínimo para sus trabajadores para evitar que los trabajadores ya formados se fueran a otras empresas para ganar un poco más ya que los costes de formación se le habían disparado. Fue una gran idea porque además sus trabajadores pudieron ahorrar y comprar un montón de coches que aumentaron los beneficios de la empresa. De momento no sé si esta semana me ha tocado o no la primitiva o los euromillones porque por razones técnicas hasta mañana no sabré qué números he jugado y por tanto no sé todavía si mañana mismo puedo empezar a crear mi súperempresa o tendré que buscar subvenciones y tirarme a la piscina cualquier día de estos. Yo creo que mi futura empresa va a ser genial. Cierta persona piensa que cuando tenga dinero cambiaré de opinión. Espero que no. Para mí ya es un reto personal demostrar que una empresa puede tener unos grandes beneficios y no tomarle el pelo a sus trabajadores. Aunque no sea necesario probarlo ya que empresas como Google ya lo han hecho.

El artículo que he copiado de EL PAIS lo leí en el avión del miércoles, aquél que me robó tantas horas de sueño que jamás recuperaré. Sentí la necesidad de que todo el mundo lo leyera y por eso lo cuelgo aquí. Se lo di a una compañera de trabajo en cuanto llegué a Milán. Sin que me viera mi jefa. ¿Por qué? Pues porque no quiero discutir con ella sobre temas sociales y económicos. Alguna vez hemos discutido sobre esos temas y la gran distancia generacional se nota demasiado. Aparte de la obvia diferencia en el punto de vista entre empresario y trabajador. No me compensa discutir con alguien a quien no puedo decirle todo lo que me gustaría decirle. Aunque una vez discutiendo sobre un tema espinoso le acabé diciendo que no podía opinar del tema ya que ella, por su situación privilegiada, no sabía lo que era vivir con un sueldo como el mío. Le entró por un oído y le salió por el otro.